He descubierto hace poquito los cake pops y ¡me he enamorado de ellos! No traicionaré jamás a mis amados cupcakes pero la verdad es que estos pequeños pastelitos pinchados a un palito son súper divertidos para comer y también de hacer. Se pueden hacer con restos de tarta, con cupcakes o muffins que a lo mejor ya no quieres comer más porque te has cansado o porque quizás se te quemaron un poquito o, al contrario, los sacaste antes de tiempo del horno y se han quedado un poco crudos por dentro . . . ¡tus errores se convierten en magníficos cake pops!
Tarta sencilla de chocolate:
200 g de harina 00
170 g de azúcar150 g de mantequilla (reblandecida)
3 huevos
30 ml de leche
1 sobre de levadura en polvo
2 cucharas de cacao en polvo
100 g de chocolate negro
Precalentamos el horno a 180° y mientras le pasamos un poco
de mantequilla al molde para evitar que se pegue la tarta, si queréis podéis ponerle también un trozo de papel de horno en el
fondo. Derretimos a fuego lento el chocolate negro junto a la leche y después
lo dejamos enfriar. Batimos los huevos junto con el azúcar y la mantequilla
reblandecida (si os habéis olvidado de dejar la mantequilla fuera de la nevera
podéis ponerla unos segundos en el microondas, no más porque si no explotará, y
¡os lo digo por experiencia propria!). Ahora añadimos poco a poco la harina
mezclada junto con la levadura y el cacao. Y por último incorporamos el
chocolate derretido batiendo hasta que la mezcla sea homogénea. Ponemos la
tarta a hornear durante unos 30 minutos aproximádamente.
Cake pops de chocolate:
Para
hacer los cake pops he usado mitad de la tarta de chocolate y me han salido unos
15, si queréis más usad toda la tarta y sumadle el doble a las
cantidades que os daré ahora.
Para
preparar los cake pops necesitaréis palitos para pinchitos a los cuales tenéis que cortarles la punta (hay tiendas que venden también palitos iguales a los de los Chupa Chups que se usan también para los cake pops, pero yo prefiero la madera al plástico). Necesitaréis también mantequilla, azúcar
glas, chocolate negro y tantos sprinkles (decoraciones de azúcar).
Lo
primero que hay que hacer es desmigajar muy bien la tarta con las manos hasta
que no quede ningún tropezón. Hacemos ahora un poco de frosting, del que más os guste, yo he hecho un poco de buttercream a partes iguales de azúcar y mantequilla (100 g de azúcar glas
y 100 g de mantequilla, ¡recordad que la mantequilla tiene que estar blanda
pero no derretida!). Añadimos el frosting a las migas de tarta hasta que
veamos que haciendo una ligera presión con las manos la mezcla coge la forma que le
demos. Hacemos bolitas pequeñas, si son demasiado grandes con el peso podrían deslizarse hacia abajo y caerse del palito, y las metemos en el
congelador durante una hora (si no tenéis espacio
en el congelador las podéis meter en la nevera durante un par de horas).
Antes de sacar las bolitas del congelador derretimos a baño maría el chocolate negro (yo he usado unos 100 g).
Sacamos las bolitas del congelador y las pinchamos con el palito de pinchitos
teniendo cuidado de que no pase de lado a lado y luego las metemos dentro del
chocolate derretido girando bien para que las cubra por completo. Nos
aseguramos que gotée todo el chocolate en ecceso y luego ¡nos
divertimos a decorar! Yo he usado unas decoraciones de azúcar que compré en el supermercado. Las dejamos endurecer metiéndolas dentro de un vaso alto (si no las váis a
comer en seguida dejadlas dentro de la nevera para que el chocolate de la
cobertura no se derrita).
¡A divertirse!
Besitos,
Dewi
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