Hace algunos días estuvimos en la casa de los
padres de mi amiga Emi, que tienen una preciosa villa del 1700 a las afueras de
Sarzana (Liguria, Italia) para celebrar los 10 años de matrimonio de mi amiga y su
marido. Fué un fin de semana encantador, pasado entre gente estupenda y vistas
maravillosas. Anita se lo pasó de lujo, jugando entre la hierba y ¡persiguiendo
a gritos a los perros de la casa! Así pues, dedico este post a los padres de mi
amiga, Franca y Marco, por el cariño con el que nos acojieron y por las cerezas
del árbol de su jardín, con las que he creado estos cupcakes . . . ¡que duraron
bien poco en mi casa!
Cupcakes
de cerezas (para 12 cupcakes):
400 g
de cerezas
125 g
de harina 00
170 g
de azúcar moreno
125 g
de mantequilla (reblandecida)
2
huevos medianos
70 ml
de leche
8 g de
levadura en polvo
1
cucharada de canela en polvo
Lo
primero que hay que hacer es preparar las cerezas, así que ponemos a calentar el
horno a 180°. Lavamos bien nuestras cerezas y las abrimos por la mitad con un cuchillo
y les quitamos los huesos. Las vamos colocando encima de una bandeja de horno
recubierta de papel de horno. Cuando hayamos acabo de abrir por la mitad todas
las cerezas les espolvoreamos con un poco de canela en polvo por encima y 50 g
de azúcar moreno. Las dejamos en el horno durante unos 15-20 minutos (hasta que
se reblandezcan) y luego las dejamos enfriar. Colocamos los papelitos para
cupcakes en la fuente para muffins y a continuación batimos la mantequilla
junto con el resto del azúcar moreno hasta que obtengamos una mezcla cremosa y
luego añadimos los huevos. Ahora añadimos la mitad de la
harina mezclada junto con la levadura , a continuación la leche y el resto de
la harina. Por último, metemos las cerezas girando delicadamente con una espátula
de goma hasta que se hayen incorporado por completo a la mezcla. Repartimos la
mezcla entre los papelitos para cupcakes, rellenándolos unos casi hasta arriba
y los metemos en el horno a 160° durante unos 15-20 minutos aproximádamente,
cuando veáis que se vuelven doraditos por encima pichad los cupcakes con un
palillo, si éste sale limpito entonces ya están. Dejamos reposar un minuto los
cupcakes y luego los sacamos y los ponemos a enfriar encima de una rejilla, no
los dejéis mucho tiempo dentro del molde de muffins porque el calor los sigue
cocinando.
Buttercream de avellanas:
150 g
de mantequilla (reblandecida)
100 g
de azúcar glas
120 g
de avellanas
1
cucharada de leche
Batimos
la mantequilla junto con el azúcar glas a velocidad mínima hasta che la mezcla
sea homogénea y se aclare. Añadimos luego la leche y las avellanas trituradas (lo
más fino posible), y batimos todo a velocidad alta durante unos pocos minutos. Si véis que la crema queda
demasiado compacta y la queréis más cremosa podéis añadirle un poco más de
leche. Para
decorar los cupcakes he metido el buttercream dentro de la manga pastelera con
una punta a estrella 1G de la marca Wilton.
Zapatillas de
ballet de pasta de azúcar (fondant):
Para hacer las zapatillas de ballet lo
primero es hacer dos bolitas de pasta de azúcar que sean del mismo tamaño.
Alargamos las dos bolitas con la punta de los dedos y luego con un ball tool (o la parte de atrás de un lápiz)
hacemos un hueco redondo en una de las extremidades de cada zapato. Podéis
pegarles encima una bolita de azúcar como hice yo o dejarlas tal cual.
Ahora
estiramos un trozo de fondant con el rodillo de manera que quede bastante
finito y recortamos con un cuchillo cuatro tiras. Dos de las tiras las dejamos un
poco más cortas, que serán las que pegaremos en la parte interna de las
zapatillas. Una de las extremidades de las cuatro tiras la cortaremos de manera
que quede puntiaguda. Ahora pegamos con un poco de agua las cuatro tiras a los
lados de las zapatillas, en el interior del hueco, y luego enrollamos lo que
sobre de la tira de la manera que más nos guste. Podemos apoyar las zapatillas
de ballet directamente sobre nuestro buttercream o pegarlas antes encima de un
topper de fondant como hice yo.
Tutú de ballet de
pasta de azúcar (fondant):
Cogemos un trozo de cartulina y con un lápiz
dibujamos encima un tutú, teniendo en cuenta que no sea más grande del diámetro
del cupcake, claro, y luego lo recortamos. Estiramos con el rodillo un trozo de
fondant y luego apoyamos encima nuestro tutú dibujado. Con la punta de un
cuchillo bien afilado recortamos el tutú en el fondant siguiendo las líneas de
nuestro dibujo, lo despegamos con cuidado del resto del fondant y lo dejamos endurecer.
Ahora estiramos un trozo de fondant de otro color, del que más nos guste y
recortamos un círculo con un cortador redondo (el cortador tiene que ser más o
menos del tamaño de la falda del tutú). Con un cortador redondo de dimensiones
más grandes recortamos una esquina de nuestro disco que después pegaremos detrás
de la falda del tutú con un poquito de agua.
Con un molde en forma de flor
recortamos depués una flor de lo que sobra de nuestro disco de fondant, y lo pegamos
en la cintura del tutú.
¡Hasta la próxima inspiración!
Besitos,
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